martes, 31 de agosto de 2010

Al principio

Siempre me han gustado los principios... , en los partidos de fútbol, en los libros, en el amor y ... en las series de televisión.



Ironside


Setenta a tope




Doctor Who



Yo por esta serie tengo un debilidad especial, este no es el inicio oficial es un mix, pero es que es la versión de Orbital (dedin pa arriba)




La Bola de Cristal


Como me levantaba de contento los sábados




El coche fantástico


No digo nada... pero mola.



Dexter

Es ya un clásico





Los Simpsons



Una versión distinta... 





True Blood




Llegue a ver dos capítulos sólo por los títulos de crédito. No me convence más de la serie... pero es un gusto personal.



martes, 17 de agosto de 2010

1984

A cabo de terminar de releer de nuevo el libro de George Orwell, aunque lo de releer es casi una exageración, porque hace como mil quinientos años desde que cayo en mis manos por primera vez.
Entonces me impresionó la fabula sobre una sociedad dominada hasta el más mínimo detalle por ese especie de Stalin omnisciente.

Ahora con esta segunda lectura, empiezo a cuestionarme muy mucho la sociedad que plantea, me parece mucho más inverosimil que en la primera lectura.

No voy a escribir sobre Internet y la capacidad de conocer todo sobre todos que tiene Google, el Estado, los grandes conglomerados financieros, el Club Bilnderberg , los masones, los seguidores del atleti...la verdad es que no, que me da pereza, mucha pereza.

No, lo que mi hizo pensar este gran libro, fueron dos cosas:

- La primera es que no hay que leer la contraportada ni las doscientas hojas primeras de prólogo con biografía, bibliografía, y demás cosas eruditas que se empeñan en poner en todos los libros en los que derechos de autor ya han caducado y en la que un señor muy listo él (eso sí) te destripa el libro.

- Y la segunda es la imposibilidad de luchar contra un poder absoluto que plantea el autor.

El  poder absoluto sobre absolutamente todo, llámese Gran Hermano, Roma, o Google, puede tener un poder relativo, un tiempo, sobre unos pocos o unos muchos, pero no es eterno. Quizás tengamos una visión del futuro a muy corto plazo, y nuestra mente no llega más allá pero no todo es para siempre, bueno a lo mejor la Coca Cola, pero ya.

No se puede controlar porque por definición, siempre hay alguien más listo, una organización más eficaz, un tirano más cruel, o un pueblo con más ansias de libertad... además la tontuna, la ineficacia, la conmiseración, la apatía, son atributos a los que suele tender un líder y esta tendencia aumenta cuanto mayor se autoconvenza de su superioridad y de su falta de enemigos.

Los liderazgos no existe, por lo menos a largo plazo, como bien sabe IBM, como se enteraron los Tercios Españoles, o los soviets o como se dará cuenta, si no lo está viendo ya, Microsoft o Estados Unidos.

Los grandes poderes tienden a repetirse, a hacer una y otra vez lo que saben hacer, pero suelen olvidarse que su manera de hacer se puede imitar e incluso mejorar, y más peligroso aún para su hegemonía... se puede hacer de forma diferente.

jueves, 12 de agosto de 2010

Moleskine

A cabo de volver de Amsterdam... y bien gracias...

El segundo día en el museo Van Gogh continué con las tradiciones establecidas... es decir verlo a toda leche... hacer fotos de pies e ir a la tienda del museo... y claro me compré una moleskine.

Siguiendo con la tradición de todo buen bohemio, ya tengo la molekine... ahora me falta una parker (bueno a lo mejor con un bic también vale), empezar a beber absenta ( bueno si lo puedo cambiar por gin tonic porque la cosa esa verde no lo veo, porque eso no lleva limón ¿verdad?) ser corresponsal guerra... (bueno yo soy más de paz y amor y plus pal salon... lo de los tiros no lo veo tampoco, si eso cubrir un concierto de Tokio Hotel al lado de fans locas vale como sustituto?... lo de correr los sanfermines tampoco me da miedo, digo no, soy respetuosos con los animales.

Bueno quitando esas pequeñas inconveniencias ya estoy preparado para ser un bohemio.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Me huele bien




Hay una curiosa teoría expuesta por Aristóteles en su libro Política... aunque no sé si fue exactamente él o salía en un especial del Jueves o se lo he oído a mi vecino... pero bueno a lo que vamos, nos dice que las ideas al igual que los pedos tienen la extraña propiedad de que las únicas que nos parecen que huelen bien son las nuestras.

Todo esto viene a que las semana pasada en twitter uno de los temas del día era #grupossobrevalorados (aprox porque no me acuerdo exactamente). El personal twitero se dedicaba a poner sus pequeñas odios hacía aquellos grupos o artista que no aguantaba. La mayoría con mucho criterio. Por supuesto criterio que no compartía en absoluto.

Era sólo un juego para poner enfermo a los grupis y autoafirmarse en la originalidad de cada uno. Esto no pasaba de ahí, no lleva a ninguna parte y no creo que haya manifestaciones o linchamientos públicos por injuriar a Gun n' Roses (aunque sinceramente lo comprendería) 

En general (esto es en la mayoría de los casos) tenemos ideas y solemos considerar que son las lógicas, la   correcta manera de ver el mundo. ¿Pero el mundo es como lo vemos? ¿Es igual como lo veo yo, con miopía y todo, o es distinta de otro con vista de lince? Es más, ¿cambiará cuando me operé y pase a tener vista de lince yo también?

Una tontería la verdad... pero el subjetivismo es algo que nos hace pensar que nuestro argumentos son mucho mejores que los de los demás, pero dentro de estos argumentos, casi nunca nos paramos a pensar que esta idea que nosotros tenemos está influenciada por todo lo que nos rodea, de lo que nos han ensañado, o lo que no nos han llegado a enseñar, de lo que hemos vivido nosotros mismos o de lo que hemos vivido a través de otros.

Esto no quiere decir que sea malo por si mismo, solo es malo si no te das cuenta que tu flora intestinas no es francesa y  no tiene una concesión de explotación por parte de Yves Saint Laurent. Es más a mi me parece que un mundo en la que a la mayoría le huele bien las nubes es algo eso no debe ser bueno por definición, se pierde la crítica y lo peor, la capacidad de poder recrearnos en la originalidad de nuestro propios pedos.